El Espíritu Santo

“Don­de haya dos o tres per­so­nas reu­ni­das en mi nomb­re, yo es­taré al­lí en me­dio de el­los” Es­te comp­ro­mi­so es nor­mal­men­te para cu­an­do las per­so­nas se reú­nen para es­cuc­har la pa­lab­ra de Dios. La pro­me­sa es gran­de, pero ¿Como es po­sib­le?

Cristo Redentor

En el mun­do que Dios creó todo es­ta­ba bien. Pero todo cam­bió cu­an­do el ene­mi­go de las al­mas tentó a Eva a que co­mie­ra el fruto del árbol pro­hi­bi­do. La mu­jer no pudo re­sis­tir la ten­ta­ción, sino que la tomó y se la co­mió. En­ton­ces el­la se la dio a su es­po­so y es­te tam­bién co­mió.

Padre Creador

D ios es to­do­po­de­ro­so, el Dios to­do­po­de­ro­so es el fun­da­men­to de todo, está pre­sen­te en todo, lo ve todo, lo sabe todo, es jus­to y per­fec­ta­men­te bu­e­no.

La historia de una abuelita con panes de dulce en la mochila

Mart­ta Kois­ti­na­ho (1918–2008) viv­ía en un pe­qu­e­ño pu­eb­lo en el Nor­te de Fin­lan­dia. Du­ran­te va­ri­as déca­das ay­udó a sus ami­gos y ve­ci­nos de di­fe­ren­tes ma­ne­ras.

Un carpintero ayuda a construir la congregación

¿ Cómo es ser­vir en la cong­re­ga­ción la­es­ta­di­a­na en África? Ni­co­las Deh de Togo nos cu­en­ta sob­re sus ta­re­as como mi­nist­ro en la cong­re­ga­ción lo­cal y el pro­ce­so de es­tab­le­cer el cris­ti­a­nis­mo la­es­ta­di­a­no en África oc­ci­den­tal.

La comunión de los cristianos se fortalece sirviendo a otros

Cu­an­do Pab­lo esc­ri­be a la cong­re­ga­ción de Co­rin­to en Gre­cia, él hab­la de la cong­re­ga­ción de Dios y le llama ”el cu­er­po de Cris­to”.

Como intérprete en el trabajo misionero en Rusia

Al leer tex­tos bíbli­cos, se nota la ri­qu­e­za del len­gu­a­je y la am­big­üe­dad del vo­ca­bu­la­rio. Al leer la Bib­lia en ruso, al­gu­nos tex­tos de la Bib­lia tra­du­ci­dos al fin­landés se ab­ren más cla­ra­men­te.

Salvados para servir al prójimo

La fe ab­re el ca­mi­no a la vida eter­na, y es­ta fe sur­ge en el men­sa­je del Rei­no de Dios. Por lo tan­to, el te­so­ro más gran­de de la vida de un crey­en­te es el San­to Evan­ge­lio de Dios.

Un hombre me mostró el camino al Reino de Dios sin un idioma común

La pri­me­ra vez que co­nocí a crey­en­tes fue cu­an­do es­tu­ve en Fin­lan­dia como es­tu­di­an­te de in­ter­cam­bio de en­fer­mer­ía. Mi alo­ja­mien­to es­ta­ba si­tu­a­do cer­ca de la cong­re­ga­ción de Ou­lu.

Los servicios son celebraciones

El vestí­bu­lo de la ig­le­sia evangé­li­ca-lu­te­ra­na en Zúrich, Sui­za está lleno de vi­si­tan­tes de los ser­vi­ci­os y en­cu­ent­ros fe­li­ces.